sábado, 26 de mayo de 2012

DE: SUZANNE LIE PhD ... "LA CUEVA DEL DESPERTAR" ... MYTRIA CONTINÚA ...


LA CUEVA 

 MYTRIA CONTINÚA: 

 Estoy un poco vergonzosa de decir que vívidamente recordé el sentimiento de mezclarme con la forma etérica masculina al mínimo detalle, pero no podía recordar el mensaje personal del Arcturiano. ¿Estaba tan desesperada por amor que había desacatado el mensaje que me fue dado directamente por un Arcturiano? Afortunadamente, no pensé en esa pregunta cuando recién me desperté. Estaba demasiado débil. Mi forma etérica había permanecido fuera de mi cuerpo por demasiado tiempo y mi cuerpo estaba por entrar en shock. 

 Experimenté dos realidades a la vez. Sentí mi cuerpo etérico tratando desesperadamente de volver a mi caparazón física, y también sentí mi débil, fría y semi-consciente forma física tratando de aceptar su espíritu. No estaba soñando o siquiera meditando. Tenía una fiebre alta y mi cuerpo se estaba volviendo azul. Respiraba dificultosamente y tenía mucho, mucho frío. 

 Me acurruqué como una bola apretada y me puse contra la roca en un urgente y fútil intento de encontrar calor. Estaba perdiendo la conciencia, volviendo, y desmayándome de nuevo. Estaría pronto oscuro, y las noches eran muy frías aquí. 

 No sé si estaba consciente o inconsciente cuando vi una hermosa Dama de Luz. Ella era enorme y lucía como hecha de nubes y estrellas. La llamé pidiéndole ayuda mientras flotaba hacia mí. No sé si la próxima memoria era real o una alucinación, pero ella flotó me sobrepasó y entró en la roca contra la cual me había recostado. 

 Una calidez bendecida parecía fluir desde donde ella había entrado en la roca, y escuché un inolvidable tono lírico en mi mente. De alguna forma encontré la fortaleza para arrastrarme hacia el lugar donde el Ser de Luz entró en la roca. Estaba tan débil que tenía que asirme a la roca para estar de pie, pero cuando lo hice, me sentí entrar en una rendija, o era en el vórtice, y dentro de una cueva oscura. Estaba cálido, y escuchaba el agua corriendo mientras caía dormida. 

 No sé cuánto estuve dormida, pero recuerdo el estirarme para beber algo de agua, y luego volver a dormir. Después de un tiempo, descubrí algunos hongos creciendo junto al agua. Tomé un poco de ellos y los puse en mi nariz y labios y encontré que eran buenos para comer. Tomé tan solo unos pocos bocados, luego volví a dormir, completamente.

 Finalmente, me desperté sintiéndome descansada y vi lo que parecía ser un haz de luz. Agarrándome a las paredes de la cueva para levantarme y caminar, seguí el haz de luz hasta su fuente, que estaba en la boca de la cueva. El aire era claro y cálido y me sentí mejor que nunca en largo tiempo. Había casi olvidado mi “sueño, meditación y/o visión”, pero recordé que el planeta era hermoso y fértil. 

 Dormité al sol hasta que el hambre me llevó a encontrar algunas plantas y raíces comestibles. El agua que corría a través de la cueva se reunía en un pequeño estanque. Reconocí varias plantas como comestibles y encontré el único plato que me quedaba lleno con agua y bebí mientras comía las plantas. Cuando se volvió frío, regresé a la cueva a dormir. No estoy segura cuánto tiempo viví de esta manera, ya que estaba tan profundamente dentro de mí misma que no noté el pasaje de los días. 

 Viví en el ahora de la naturaleza. Comí cuando tenía hambre, bebí cuando estaba sedienta, me moví cuando estaba entumecida y dormí cuando estaba cansada. Estaba afuera cuando el clima lo permitía y en la cueva cuando estaba frío, llovía o estaba oscuro. Sin embargo, algunas veces permanecí hasta tarde o me levantaba muy temprano para memorizar estrellas y constelaciones. Entonces, cuando estuve más fuerte, comencé a vagar por la tierra para reconocerla también. 

 Estaba más saludable cada día y dormía razonablemente cada noche. Mis sueños eran muy vívidos, pero usualmente los olvidaba en la luz del día. No traté de retenerlos en mi memoria. De hecho, no “traté” de HACER nada. Viví con la tierra, miré hacia el cielo, empapándome en el estanque y buscando comida. Un día encontré dos rocas que creaban una chispa cuando se frotaban una contra la otra, y fui capaz de hacer fuego. 

 De forma de moverme hacia la expresión más grande de mi ser, fui hacia atrás a los elementos primitivos de supervivencia. Después de un tiempo, incluso el recuerdo de mi mezcla con lo masculino fue perdida en mi memoria. No podía pensar sobre qué había sucedido antes o qué pasaría después. Viví cada respiración en una calma serenidad. Pienso que podría haber vivido mi vida entera de esa forma, hasta que lo conocí a él. 

 Había viajado muy lejos aquel día y había encontrado un hermoso lago con una cascada y un precioso lugar para zambullirme en las aguas profundas. Después de un pequeño chapuzón, fue emocionante bucear, nadar y quedarme debajo de la cascada. Era un tiempo tan delicioso que no noté que la noche se aproximaba. Finalmente, miré hacia arriba y me di cuenta que debía apurarme hacia la cueva. Salí del agua y estaba caminando rápidamente hacia la dirección de mi cueva cuando me tropecé directamente con alguien. 

 No podía ver su rostro en la tenue luz, pero supe instantáneamente que era él. Era el hombre con el cual me había mezclado en la cueva. Pero ahora él era físico, y así también era yo. 

 Cuando regresemos, Mytra hablará sobre su temprano despertar. 

 Mytria / Mytra. 

 A través de: Suzanne Lie, PhD

 http://suzanneliephd.blogspot.com/ 

 Traducción al español - Shanti

 http://arcturusmihogar.blogspot.com 

Publicado por: Shanti en 15:52  

26/05/2012 



DE: SUZANNE LIE, PhD ... "LA VOZ INTERNA" ... Mitria/Mytre ...


LA VOZ INTERNA 

 Queridos, nosotros, Mytria/Mytre, hemos regresado para continuar nuestra historia. 

 La dejamos donde hablábamos de una vocecita interna tratando de atraer la atención de nuestra conciencia. Tras un largo tiempo llendo de un lado a otro, estableciéndonos, luchando y partiendo, habíamos perdido en su mayor parte nuestro deseo de realizar una profunda contemplación interna. la cual había sido alguna vez nuestra tónica. Ahora, al entrar la paz y la calma a nuestras vidas estábamos regresando a nuestro YO. 

 Pero, ¿quién era esa vocecita que tantos de nosotros estábamos escuchando? ¿era nuestro Espíritu en una forma más tangible, o era una versión del YO a la que estábamos regresando? Algunos de nosotros estábamos demasiado ocupados con nuestras vidas diarias como para prestar atención a estas cuestiones. Por otro lado, aquellos con una expresión más femenina e introspectiva, tales como Mytria, no podían ignorar esas cuestiones ni la voz interna. En consecuencia, Mytria contará su historia pues en ese entonces éramos dos personas. De hecho, no nos habíamos encontrado todavía. 

MYTRIA HABLA: 

Yo estaba entre aquellos que se habían agrupado al principio para conectar con nuestro Espíritu, por lo que la vocecita no era tan 'vocecita' para mí. De hecho, mi voz interna me perseguía constantemente y no me daba descanso. No podía dormir y comía solamente para sobrevivir. Por lo tanto, me volví cada vez más cansada, y eventualmente, enferma. No obstante, ninguno de los sanadores podía determinar la causa de mi inhabilidad para dormir, mi extrema sensibilidad a los alimentos, mis puntos dolorosos, mareos y confusión. Ellos suponían que se debía a que estaba exhausta y recomendaron que regresara a casa a descansar. 

 Sin embargo, el sueño no me venía. Me daba de vueltas y mantenía a mis compañeros de piso despiertos con mi constante voltearme y quejarme. Finalmente, ellos vinieron a mí en grupo y me sugirieron que pasara algún tiempo en uno de los nuevos templos que se estaban creando. Su sugerencia me trajo mi primera paz interior que había sentido desde que la voz interior había empezado a darme instrucciones, las cuales parecían imposibles de entender. De hecho, no fue sino hasta el momento en que mis queridos amigos hicieron la sugerencia que me dí cuenta que había estado en realidad recibiendo instrucciones. 

 Desafortunadamente estas instrucciones estaban en un lenguaje que yo podía recibir solamente en imágenes, metáforas, emociones y pensamientos disociados. Tal vez uno de los Ancianos que estaban estableciendo los templos pudiera asistirme. Yo me acababa de volver una adulta de cerca de 70 de sus años (como les he dicho, nosotros vivimos mucho más tiempo que ustedes). Había pasado la mayoría de mi vida en una nave espacial, pues nací entre nuestros diferentes hogares planetarios. No obstante, como había crecido con todas las historias y era por naturaleza MUY empática, me sentí como si hubiera vivido a través de cada experiencia planetaria. 

 De hecho, me dijeron que yo había estado con ellos entonces, pues mi vida parecía transcurrir como una serie de constantes: nacimiento, muerte, nacimiento, muerte, nacimiento, muerte una y otra vez. Cuando niña, recordaba esas vidas tan claramente como recordaba quién había sido antes. Sin embargo, cuando me volví adolescente, quería crear una NUEVA versión de mí en vez de vivir lo que aparentaba ser una larga secuencia de la misma versión de vida una y otra vez.. 

 Quizá mi confusión y mareos eran debidos a todas mis otras vidas regresando a mí, todas a la vez. Cada vida parecía estar diciéndome la misma cosa y conduciéndome a la misma destinación. No obstante, no podía entender lo que se me decía o hacia dónde estaba siendo conducida. Yo necesitaba una guía desesperadamente. 

 Desafortunadamente, debido a que nuestros templos seguían estando bajo construcción, tuvimos que fijar una cita para hablar con alguien y aguardar a que hubiera una apertura. No voy a usar segmentos de años, meses o días pues nosotros contábamos el tiempo de manera muy diferente a ustedes. Simplemente diré que fui forzada a esperar -- y sufrir -- durante lo que aparentó ser para mí un muy largo tiempo. 

 Sin embargo, mis compañeros de piso habían dejado muy en claro que estaba siendo una influencia muy disruptiva para nuestro grupo. Todos ellos habían encontrado sus posiciones para crear nuestra nueva vida y trabajaban día y noche para conseguir esa meta. Yo, por otro lado, no había encontrado aquello a lo que mi voz interna me estaba conduciendo y estaba llena de temerosas emociones debido a mi confusión interna. Yo decidí que debía salir a la naturaleza y pasar mi tiempo sola en los hermosos alrededores de nuestro nuevo hogar planetario. 

 En consecuencia, a la mañana siguiente antes del amanecer, cogí una pequeña "vivienda portable", que era similar a sus tiendas de campaña, empaqué algunos comestibles y simples cazuelas y partí al bosque. No tenía ni idea hacia dónde iba ni qué iba a hacer, pero al dejar mi mensaje para mis compañeros de piso en lo referente a mi destinación, sentí un breve momento de paz.. Luego, salí calladamente, cerrando la puerta a mi primera experiencia de un hogar planetario. 

 Como había crecido visitando nuevos planetas, lunas y asteroides, mis habilidades de supervivencia en un territorio desconocido eran excelentes. Nunca pensé ni por un momento que fuera a estar en algún peligro. Además de eso, siempre había sentido un apego a la tierra de cualquier área que visitábamos. De hecho, ésa fue mi guía, junto con otras. que me asistieron a encontrar este hermoso mundo de abundancia y de paz. Ahora bien, yo no tenía ni idea de adónde iba pero era un navegador de nacimiento y sabía que podía regresar a nuestra pequeña aldea cuando fuera tiempo para mi cita. 

 Anduve todo el día antes de encontrar un lugar protegido donde pudiera montar mi vivienda portable. Tras haberla montado, me senté a comer algo de los simples alimentos que había empaquetado calladamente. Sólo había traído suficientes alimentos para unos cuantos almuerzos pues no deseaba tomarlos de mis queridos amigos. Además, estaba muy confiada de que podía vivir de la tierra. Mientras comía mirando al crecientemente oscurecido cielo, me sentí más calmada de lo que me había sentido desde que mi voz interna había comenzado a gritarme en mi mente. Los alimentos me supieron realmente buenos, y disfruté de cada bocado. De seguro ésta era una señal de que había tomado la decisión adecuada...

 Pero al contrario, me desperté a la primera tormenta que había experimentado desde que habíamos aterrizado en este planeta. Me desperté agarrando mi cobija y me dí cuenta de que mi vivienda portable (tienda de campaña) había sido soplada por el viento y mis utensilios para comer habían sido esparcidos por toda el área. Nunca pude encontrar algunos de ellos. Yo quería una aventura, pero conseguí algo más de lo que contaba. Sabía que no debía salir a caminar durante una tormenta, por lo que tomé lo que pude recolectar y me acurruqué bajo el ala de una roca saliente. 

 Estando sentada contra la roca, me puse a reflexionar. Había caminado desde antes del amanecer, y solamente me había detenido cuando oscureció. Luego, permanecí hasta tarde observando los nuevos sistemas de estrellas en el cielo nocturno. Solamente podía imaginarlo porque estaba tan cansada que no ví ninguna de las señales de advertencia de esta enorme tormenta. ¿Y por qué no me había despertado más pronto? Tal vez había vivido en una aldea demasiado tiempo y había perdido el contacto con la naturaleza. Definitivamente parecía que había perdido el contacto con mi yo. 

 Como las estrellas eran ahora invisibles y eran la forma de navegación que había aprendido en la nave espacial, tenía que quedarme allí hasta que la tormenta amainara y los cielos se despejaran. Solamente la gran fatiga que había estado sufriendo durante muchas rotaciones de nuestras lunas me permitió caerme dormida en medio de la enorme tormenta. No sé cuánto tiempo dormí, si es que dormí en realidad pues mi mente estaba viendo aquello que hasta ahora me había evadido. Recuerdo decir repetidamente en mi cuerpo nocturno: “debo recordar este sueño. 

" Me desperté a un hermoso y despejado día con ese pensamiento en mi mente. Sin embargo, no podía recordar el sueño. Tenía solamente las mismas pasajeras imágenes que me habían perseguido desde que la voz empezó. Sin embargo, el sueño parecía ubicar estas imágenes en una secuencia que -- por supuesto -- no podía recordar. Una grandiosa luz reluciendo sobre mi cuerpo, secando mi ropa y calentando la roca me despertó. Estaba recostada sobre la roca que me había ofrecido cobijo de la tormenta cuando algo captó mi atención. Cuando ví más de cerca, ví que la roca destelleaba como si hubiera millones de pequeñas estrellas incrustadas dentro de ella. 

 Yo había estado en muchos planetas y visto muchos parajes, pero nunca había visto antes una roca como ésta. Decidí que ya que la tormenta me había traído aquí, allí me quedaría recostada contra esta roca por tan largo tiempo como fuera necesario. No obstante, lo que restaba de mis alimentos se habían terminado así que tenía que usar mis habilidades empáticas para encontrar agua y "saber" qué era bebible. Estas habilidades innatas fueron lo que me había traído un propósito en la nave espacial, un propósito que había perdido desde que me había establecido en nuestro nuevo mundo. El agua fue encontrada. Los alimentos fueron localizados, los cielos nocturnos estaban trazados y yo era -- inútil. 

 Quizá ésa sea una de las razones por las cuales había estado teniendo tantas dificultades. No había encontrado mi lugar en nuestra sociedad. Era demasiado joven para servir en el templo y demasiado vieja para estar sentada simplemente, que es lo que había estado haciendo. Con razón mis compañeros de piso se habían cansado de mi presencia. Con el pensamiento de mi inhabilidad para encontrar mi "lugar" me quedé dormida. -- o fue eso una profunda meditación? 

Regresaremos, y Mytria continuará su historia,

Mytria/Mytre 


A través de: Suzanne Lie, PhD

Traducción - Gloria 

Publicado por: Shanti en 01:02 

26/05/2012