jueves, 31 de enero de 2013

DE: BABAJI... A TRAVES DE BELEN DE LA PAZ... "LOS MISTERIOS DE LA NATURALEZA"...



La Tierra ha entrado en un espacio de no tiempo atemporal para salirse del tiempo de la tercera dimensión y alinearse para la ascensión. 

La tierra se ha posicionado en tiempo no lineal donde ya no se rige por el tiempo de la tercera dimensión, es por eso que a partir de ahora todo se mide de diferente forma, el día se acompaña de 12 horas pero estas horas aumentarán, durarán más y en cada hora punta habrá una apertura cuando el minutero en esa misma hora, (ejemplo: 3:3, 12:12, 20:20 h.), se abrirá un código de memoria olvidada en el subconsciente colectivo ó matrix para que todos podáis acceder a esa memoria, esto es una señal de la entrada del Cristo Cósmico, cuanto más sintonizados estén mejor accederán y conectarán a estas memorias colectivas que son patrimonio de la humanidad y que fueron censuradas por el entramado de la densidad. 

Son códigos y Memorias Sagradas de Luz que fueron sepultadas en esta era de oscuridad y que ahora vuelven a abrirse a la Luz, en un récord de tiempo quedarán todas abiertas y todos estos archivos y registros ocultos saldrán a la Luz en forma de energía codificada en un sinfín de Aleluyas, el Cristo Cósmico se instalará victorioso y tendremos una nueva era de Luz conectados y hermanados con las Grandes Fraternidades y Hermanos Mayores de Luz. Es así como ha de venir el más Grande de los Iniciados, El Gran Maestro Jesucristo Redentor. 

Durante los próximos dos años tenéis tiempo de planear que queréis hacer con vuestras vidas pues la que tenéis ahora ya no os servirá, recuperar vuestros sueños y anhelos y ponerlos sobre el tapete. 

Están viviendo algo sin precedentes, sois muy valientes. 

La Gran Madre dará a Luz a la Nueva Tierra succionada por una fuerza a gran velocidad mientras pasa a trasvés del canal del parto, la Gran Madre cogerá a la Tierra con sus propias Manos, su gran creación, ha dado a Luz e ingresado y nacido a la nueva vida y con ella nosotros, sus hijos predilectos, cuando corte el cordón que la unía a su útero la cogerá con sus propias manos y la amamantará con las alegrías. 

El parto durará tres meses, la Aurora Boreal se verá en invierno y Sirio va a jugar un papel muy importante de acompañamiento a la Tierra en este proceso, nos asistirán en todo momento, hay que disfrutar del alumbramiento, a la Tierra se la oirá palpitar y en su palpitar el Sol brillará por dos partes iguales. 


LOS MISTERIOS DE LA NATURALEZA 

Vamos a revelar los misterios de la naturaleza: 

El primero – El Espíritu santo 

El Espíritu Santo envuelve las entretelas del Cuerpo de Luz conectado a las entretelas de la Naturaleza, a las entretelas de las redes magnéticas del planeta y del universo, y así el Cuerpo de Luz activado es el Espíritu Santo conectado al Espíritu de todo lo que tiene vida y por lo tanto conectado a todo cuanto existe y es 

En la medida en que el Espíritu está más activado estará más conectado por lo tanto le llegará más clara la información de todo cuanto existe y es 

La Lengua de Fuego es el Fuego Eterno, el Fuego que activa y conecta es la energía activadora en una frecuencia superior y conectada con las frecuencias superiores así esa energía con frecuencia alta puede sanar y puede activar a otras frecuencias más bajas y sanarlas, reordenarlas, enchufarlas a esa frecuencia 

Es una frecuencia muy poderosa y tiene efectos colaterales en todo el campo que lo rodea, ese Espíritu activa todo y por donde transita a su paso lo remueve todo, nadie lo percibe pero todos lo saben, el mundo sanará y se activará de esta manera 


El segundo misterio – Agujeros Negros y Puertas Dimensionales 

El segundo misterio son los Agujeros Negros, las Puertas Dimensionales de acceso a otras dimensiones paralelas dentro de este mismo planeta, son las puertas que se abren y a su paso se accede a otro lugar dentro de este mismo lugar, están cercanas y se pueden tocar, puedes ir a través de ellas y recorrer miles de kilómetros, pasas a través de ellas y en un paso has recorrido una gran distancia, puedes acceder a otra parte del Mundo sin esfuerzo y sin medio de transporte 

Están señaladas en una geografía que el hombre común desconoce y debe de aprender ahora pues ahora está pronto a estar preparado para conocerlas y reconocerlas, las hay intraterrenas pero también extraterrenas en la superficie y todas ellas se van a dar a conocer para vuestra facilidad y evolución, son misterios que se van a dar a conocer y revelar

También existen Puertas, gusanos energéticos por donde se transita de esta manera a través del Universo sin necesidad de recorrer distancias de años luz, el universo en sí se podría decir que es un pañuelo, los viajes interplanetarios se hacen de esta manera en un abrir y cerrar de ojos 

La Tierra ascenderá a través de un gusano – puerta de acceso y ascenderá a la quinta dimensión sin necesidad de grandes estragos ni de un largo viaje eterno, al entrar en la Nueva Dimensión entrará a formar parte de la GRAN FRATERNIDAD DE MUNDOS sin dualidad ni oscuridad y al hacerlo tendrá acceso a una serie de misterios y conocimientos que antes estaban vetados para sus habitantes por seguridad de la propia Fraternidad ya que no había la suficiente consciencia y luz como para poder revelarles y tener acceso a estos conocimientos, al entrar en la nueva dimensión y frecuencia podréis viajar a través del tiempo y del universo tal y como nosotros hacemos 


El Tercer Misterio – El Tiempo 

El Tiempo dejará de ser percibido tal y como lo conocéis y pasará de ser lineal, el tiempo se dilatará y entrareis en un tiempo atemporal y no lineal, este tiempo es desconocido por nosotros pero al entrar en la nueva dimensión empezareis a conectar, a sentirlo y vivirlo 

Este tiempo es un tiempo más real, más dinámico, más sutil, más dilatado y menos repetitivo, es un tiempo donde todo se percibe de otra manera con otra percepción, ahora todavía no podéis entenderlo hasta que empecéis a sentirlo y vivirlo, viviréis muchos más años, vuestra vida se alargará en gran medida en el tiempo y así de esta manera podréis en el mismo cuerpo y con toda la experiencia acumulada no tener que morir, renacer y olvidar para poder avanzar más rápidamente evolutivamente, vosotros decidiréis cuando abandonar el cuerpo para adquirir otro cuando lo creáis conveniente para vuestro transitar en el camino de la evolución ascendente, rejuveneceréis notablemente y vuestro cuerpo no envejecerá, crecerá hasta una edad adulta madurará pero no envejecerá ni se deteriorará puesto que la vejez y la muerte no existen en la nueva dimensión 

Viviréis en comunidades sociales pero no muy grandes ni masificadas en armonía y conectados con todo cuanto os rodea, los trabajos de campo serán muy importantes y valorados, todas las personas harán un servicio a su grupo de comunidad donde no habrán luchas de poder pues cada uno será valorado por sus dones habilidades y capacidades 

Los negocios abusivos, la especulación, los abusos, los robos, la delincuencia, etc…, no existirán y desaparecerán de la Faz de la Nueva Dimensión y tanto es así que todos aquellos cuantos vibren en estas frecuencias no ascenderán a la Nueva Tierra pues no estarán en sintonía con las nuevas frecuencias de Luz mínimas para habitar en ella 

Habrá una gran Biblioteca y archivos por los que se regirá y estos son como unos Registros Códigos energéticos con una gran información a la que todos pueden acceder siempre que lo necesiten y deseen pues nada permanecerá oculto y todo está en la Luz y disponible

Los niños se formarán en escuelas gratuitas conectadas con la naturaleza aprendiendo cómo funcionan los misterios de la nueva vida de manera natural y sencilla y se les fomentarán sus cualidades, habilidades, dones y talentos conectando para lo que han venido a aprender y a servir, será un aprendizaje cognitivo, sin exámenes, notas ni competencias pues serán tratados como seres individuales donde se fomentarán sus capacidades integrales personales fomentando la parte creativa y espiritual de cada niño 

Los adultos también aprenderán de sí mismos en este sentido pero con unos métodos más adecuados a su edad y evolución. 

El tránsito de dimensión ya ha empezado, no será traumático pero si impactante por lo desconocido que encierra y ser algo tan distinto a lo conocido 

En el tránsito se irán implantando semillas energéticamente para florecer más tarde pues habrá un pasillo de transición por así decirlo donde se irán limpiando memorias antiguas y dando luz a las nuevas, este es el tiempo de no tiempo, ES EL VACIO, es la transfiguración donde se dejan las viejas vestiduras para vestirse con las nuevas que será vuestro habito de luz 

Una vez pasado y superado este tiempo de transición se accederá a lo nuevo para desarrollarse e involucrarse en esta nueva sociedad perteneciente a la Gran Fraternidad donde todos encontrarán su lugar correspondiente, serán instruidos y guiados y así se podría decir que después de un largo destierro volverán al Paraíso, Seres de Luz les acompañaran en todo momento en este transitar 

Seres de Luz os acompañan en todo momento en el transito 

Este es un proyecto donde no hay cabida al error, todos los procesos y pasos encajan como un puzzle así que no teman y disfruten del viaje 

Con amor les esperamos. 


Canalizado por Belén de la Paz 

Reclamo el derecho de autora de este mensaje. La publicación en sitios de red se permite siempre y cuando no se altere, quite o se añada información ni se excluya de mi autoría y mis direcciones de correo la dirección de mi blog. 

Puede publicarse en periódicos, revistas u otros medios impresos con el permiso de:belendelapaz@hotmail.com

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DE: ASCENSIÓN BELART... "MEDITAR ES IR HACIA EL CENTRO, SENTARSE Y SENTIRSE EN INTIMIDAD CON UNO MISMO"...


Meditar es ir hacia el centro, 
Sentarse y sentirse en intimidad con uno mismo 


Todas las religiones apuntan a la experiencia de una realidad inefable, absoluta, la Unidad, la gran alma, el Ser, para muchos, Dios. 


Sabemos que el término religión viene de religare, que significa «unir» (o «reunir») y que todos participamos de la unidad del Ser divino a través de nuestro Ser esencial. Puede decirse que somos conciencia encarnada, una conciencia que respira por medio del aliento divino. 


 El sentido trascendente del ser humano es percibir aquello que se encuentra más allá del espacio y el tiempo, lo eterno de la existencia. Cada vez hay más personas que buscan un camino espiritual por diferentes motivaciones. Unas por curiosidad, otras porque está de moda, algunas para relajarse y otras por necesidad, a raíz de ciertas experiencias dolorosas en una búsqueda de verdadero sentido, y finalmente para encontrar una vía espiritual que les ayude a transformarse interiormente.


 En efecto, cada día aumenta el número de hombres y mujeres interesados en aprender a meditar. 


 La meditación es una práctica que está más allá de las doctrinas y religiones, es la esencia de todas las religiones; un camino hacia uno mismo, un viaje para descubrir y experimentar la verdadera naturaleza esencial. 


Sentarse es situarse conscientemente entre el cielo y la tierra, entre lo ilimitado del Cielo y lo ordinario de la Tierra, uniendo así en el corazón lo absoluto con lo relativo. 


Al Ser se accede a través de la experiencia; mediante el ejercicio o práctica espiritual podemos sentir que formamos parte del Todo. El ejercicio favorece que seamos permeables y transparentes a lo que somos en lo más profundo de nosotros. 


 Namaste :)


Por Ascensión Belart


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miércoles, 30 de enero de 2013

DE: DR. EBEN ALEXANDER... "LA EXPERIENCIA DE UN NEUROCIRUJANO EN EL MÁS ALLÁ"...

 Testimonio publicado en la revista norteamericana "Newsweek" 


 La famosa revista Newsweek sorprendió a muchos en su edición de Octubre 2012 con una portada y un titular impactante: "El cielo es real - La experiencia de un Doctor en el más allá". La revista publica un artículo escrito por un prestigioso neurocirujano estadounidense que luego de haber vivido una Experiencia Cercana a la Muerte (ECM), asegura haber visto y viajado al más allá. Presentamos a continuación la traducción completa de la nota de Newsweek. 


 Como neurocirujano, yo no creía en el fenómeno de las experiencias cercanas a la muerte. Hijo de un neurocirujano, crecí en un mundo científico. He seguido el camino de mi padre y me convertí en un neurocirujano académico, enseñando en Harvard Medical School y otras universidades. Entiendo lo que ocurre en el cerebro cuando las personas están a punto de morir, y siempre había creído que había una buena explicación científica para los viajes celestiales fuera del cuerpo, descritos por aquellos que escapaban a la muerte por poco. 

El cerebro es un mecanismo sorprendentemente sofisticado pero extremadamente delicado. Si se reduce la cantidad de oxígeno que recibe, así sea la cantidad más pequeña, este reaccionará. No era una gran sorpresa que las personas que habían sufrido un traumatismo grave regresaran de sus experiencias con historias extrañas. Pero eso no significaba que habían viajado a algún lugar real. 

 Aunque me consideraba un creyente cristiano, era más de título que de creencia real. No me molestaban los que querían creer que Jesús era más que simplemente un buen hombre que había sufrido a manos del mundo. Simpatizaba profundamente con aquellos que querían creer que había un Dios en alguna parte ahí fuera que nos amaba incondicionalmente. De hecho, envidiaba a esas personas la seguridad que esas creencias sin duda les proporcionaban. Pero como científico, simplemente creía que era incorrecto creer en eso. 

 En el otoño de 2008, sin embargo, después de siete días en un estado de coma en el que se inactivó la parte humana de mi cerebro, el neocórtex, experimenté algo tan profundo que me dio una razón científica para creer en la conciencia después de la muerte. 


 Sé cómo pronunciamientos como el mío les suenan a los escépticos, así que voy a contar mi historia con la lógica y el lenguaje del científico que soy. 


 Muy temprano por la mañana, hace cuatro años, me desperté con un dolor de cabeza muy intenso. En cuestión de horas, mi corteza entera - toda la parte del cerebro que controla el pensamiento y la emoción, y que en esencia nos hace humanos - se había apagado. Los médicos del Hospital General de Lynchburg en Virginia, un hospital donde yo mismo trabajaba como neurocirujano, determinaron que de alguna manera había contraído una meningitis bacteriana muy poco frecuente que ataca sobre todo a los recién nacidos. Bacterias de e.coli habían penetrado en mi líquido cefalorraquídeo y estaban comiendo mi cerebro. 


 Cuando entré en la sala de emergencias aquella mañana, mis posibilidades de supervivencia en algo más que un estado vegetativo ya eran bajas. Pronto estas posibilidades cayeron a casi nulas. Durante siete días estuve en un coma profundo, mi cuerpo sin respuestas, mis funciones cerebrales superiores totalmente fuera de línea. 


 Luego, en la mañana de mi séptimo día en el hospital, mientras mis médicos consideraban si se suspendía el tratamiento, mis ojos se abrieron de golpe. 


 No hay una explicación científica para el hecho de que mientras mi cuerpo estaba en estado de coma, mi mente - mi conciencia, mi yo interior - estaba viva y bien. Mientras las neuronas de mi corteza cerebral fueron aturdidas hasta su total inactividad por las bacterias que las habían atacado, mi conciencia liberada del cerebro había viajado a una diferente y mayor dimensión del universo: una dimensión que nunca había soñado que podía existir, y que mi viejo yo previo al coma hubiera estado más que feliz explicando que se trataba de una simple imposibilidad. 


 Pero esa dimensión, a grandes rasgos, la misma que describen incontables personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte u otros estados místicos, está allí. Existe, y lo que vi y aprendí allí me ha puesto literalmente en un mundo nuevo: un mundo en el que somos mucho más que nuestros cerebros y cuerpos, y donde la muerte no es el final de la conciencia, sino más bien un capítulo de un vasto e incalculablemente positivo viaje. 


 No soy la primera persona en tener evidencia de que la conciencia existe más allá del cuerpo. Breves y maravillosos destellos de este reino son tan antiguos como la historia humana. Pero hasta donde yo sé, nadie antes que yo haya viajado alguna vez a esta dimensión (a), mientras su corteza estaba completamente apagada, y (b), mientras que su cuerpo estaba bajo observación médica al minuto, como lo estuvo mi cuerpo durante los siete días completos de mi estado de coma. 


 Todos los argumentos principales en contra de las experiencias cercanas a la muerte sugieren que estas experiencias son el resultado de un mínimo, transitorio, o parcial mal funcionamiento de la corteza cerebral. Sin embargo, mi experiencia cercana a la muerte no tuvo lugar mientras mi corteza estaba funcionando mal, sino mientras estaba simplemente apagada. Esto se desprende claramente de la gravedad y la duración de mi meningitis, y de la complicación cortical global documentada por los escaneos TC y exámenes neurológicos. Según el conocimiento médico actual sobre el cerebro y la mente, no hay absolutamente ninguna manera de que yo pudiera haber experimentado ni siquiera una conciencia débil y limitada durante mi tiempo en el estado de coma, y mucho menos la odisea híper vívida y completamente coherente que experimenté.


 Me tomó meses aceptar lo que me pasó. No sólo la imposibilidad médica de que había estado consciente durante mi coma, pero más importante aún, las cosas que sucedieron durante ese tiempo. Hacia el comienzo de mi aventura, yo estaba en un lugar de nubes. Grandes, esponjosas, de color rosa-blanco, que se presentaron nítidamente en contraste con el profundo cielo negro-azul. 

Más alto que las nubes, inconmensurablemente más alto, una multitud de seres transparentes y brillantes se movían trazando arcos por el cielo, dejando largos trazos como serpentinas detrás de ellos. 


 ¿Pájaros? ¿Ángeles? Estas palabras las registré más tarde, cuando estaba escribiendo mis recuerdos. Pero ninguna de estas palabras hace justicia a estos seres, que eran, sencillamente, diferentes a todo lo que he conocido en este planeta. Eran más avanzados. Formas superiores. 


 Un sonido, enorme y retumbante como un canto glorioso, descendió desde lo alto, y me pregunté si los seres alados lo estaban produciendo. Nuevamente, pensando en ello más tarde, se me ocurrió que la alegría de estas criaturas mientras volaban alto era tal, que tenían que emitir este sonido, y que si la alegría no salía de ellos de esta manera entonces simplemente no serían capaces de contenerla. El sonido era palpable y casi material, como una lluvia que se puede sentir en tu piel, pero que no te moja. 


 Ver y escuchar no estaban separados en este lugar donde ahora estaba. Podía escuchar la belleza visual de los cuerpos plateados de esos seres brillantes que estaban arriba, y pude ver la perfección creciente, alegre de lo que cantaban. Parecía que no se podía ver o escuchar ninguna cosa en este mundo sin volverse parte de ella, sin unirse con ello de alguna forma misteriosa. Una vez más, desde mi perspectiva presente, me permito sugerir que no se podría mirar “hacia” nada en ese mundo en absoluto, porque la palabra "hacia" en sí misma implica una separación que allí no existía. Cada cosa era distinta, pero cada cosa era también una parte de todo lo demás, al igual que los diseños ricos y entremezclados en una alfombra persa ... o en el ala de una mariposa. 


 Se vuelve más extraño aún. Durante la mayor parte de mi viaje, alguien más estaba conmigo. Una mujer. Ella era joven, y me acuerdo de cómo era en detalle. Tenía los pómulos altos y ojos profundamente azules. Trenzas doradas enmarcaban su hermoso rostro. La primera vez que la vi, estábamos juntos cabalgando sobre una superficie con un intrincado patrón, que después de un momento me di cuenta que era el ala de una mariposa. De hecho, millones de mariposas estaban alrededor de nosotros, enormes y agitadas olas de ellas, que se zambullían en un bosque y volvían de nuevo a nuestro alrededor. Era un río de vida y color, moviéndose a través del aire. La vestimenta de la mujer era simple, como la de un campesino, pero sus colores en polvo azul, índigo y pastel de naranja-durazno tenían la misma abrumadora y súper vívida vitalidad que todo lo demás. Ella me miró con una mirada que, si la vieras durante cinco segundos, haría que tu vida entera hasta ese punto valiera la pena, sin importar lo que haya ocurrido en ella hasta ahora. No era una mirada romántica. No era una mirada de amistad. Era una mirada que de alguna manera estaba más allá de todo esto, más allá de todos los diferentes tipos de amor que tenemos aquí en la tierra. Era algo superior, que contenía todos estos tipos de amor en si mismo, mientras al mismo tiempo era mucho mayor que todos ellos. 


 Sin pronunciar una sola palabra, ella me habló. El mensaje me atravesó como un viento, y al instante comprendí que era cierto. Lo supe de la misma manera en que supe que el mundo que nos rodeaba era real, no era una fantasía pasajera e insustancial.


 El mensaje tenía tres partes, y si tuviera que traducirlas al lenguaje terrenal, sería algo como esto: 

 "Ustedes son amados y apreciados, muchísimo y para siempre." 

 "No tienes nada que temer." 

 "No hay nada que puedas hacer el mal." 


 El mensaje me inundó con una inmensa y loca sensación de alivio. Era como si me hubieran entregado las reglas de un juego al que había estado jugando toda mi vida sin nunca haberlo comprendido plenamente. 


 "Te vamos a mostrar muchas cosas aquí", dijo la mujer, una vez más, sin llegar a utilizar estas palabras, sino transmitiéndome directamente su esencia conceptual. "Pero eventualmente vas a regresar". 


 Para ello, sólo tenía una pregunta. 

 ¿Regresar a dónde? 

 Un viento cálido soplaba, como los que surgen en los días más perfectos de verano, sacudiendo las hojas de los árboles y fluyendo como agua celestial. Una brisa divina. Esto cambió todo, transformando el mundo a mi alrededor en una octava incluso más alta, una vibración más alta. 


 A pesar de que aún tenía una pequeña función del lenguaje, al menos la idea que tenemos de él en la Tierra, sin decir palabras comencé a formular preguntas a este viento, y al ser divino que sentía que trabajaba detrás de él o dentro de él. 

 ¿Dónde está este lugar? 
 ¿Quién soy yo? 
 ¿Por qué estoy aquí? 


 Cada vez que expresé silenciosamente una de estas preguntas, la respuestas llegaron inmediatamente, en una explosión de luz, color, amor y belleza que soplaba a través de mí como una ola rompiendo. Lo más importante de estas explosiones es que no callaban mis preguntas abrumándolas. Respondían a las preguntas, pero de una forma que pasaba el lenguaje por alto. Los pensamientos me entraban directamente. Pero no era pensamiento como lo experimentamos en la Tierra. No era vago, inmaterial o abstracto. Estos pensamientos eran sólidos e inmediatos, más calientes que el fuego y más húmedos que el agua, y mientras los recibía era capaz de comprender al instante y sin esfuerzo conceptos que me habría llevado años comprender plenamente en mi vida terrenal.  


Seguí avanzando y me encontré ingresando en un inmenso vacío, completamente oscuro, infinito en tamaño, pero también infinitamente reconfortante. Era profundamente negro pero a la vez rebosante de luz: una luz que parecía venir de un orbe brillante que ahora sentía más cerca de mí. El orbe era una especie de “intérprete” entre mí y esta vasta presencia que me rodeaba. Era como si yo estuviera naciendo a un mundo más grande, y el propio universo era como un útero cósmico gigante y el orbe (que sentí estaba conectado de alguna manera con, o incluso era idéntico a la mujer sobre el ala de la mariposa) fue guiándome a través de él. 


 Más tarde, cuando volví, me encontré con una cita del Siglo XVII, del poeta cristiano Henry Vaughan, que estuvo muy cerca de describir este lugar mágico, este núcleo vasto y negro como tinta, que era el hogar de la misma Divinidad. 


 “Hay, dicen algunos, en Dios, una oscuridad profunda pero deslumbrante”. 

 Eso era exactamente: una negra oscuridad que también estaba rebosante de luz. 

 Sé muy bien cuan extraordinario, cuan francamente increíble, todo esto suena. Si alguien, incluso un médico, me hubiera contado una historia como ésta en los viejos tiempos, hubiera estado bastante seguro de que estaba bajo el hechizo de algún delirio. Pero lo que me pasó fue, lejos de ser delirante, tan real o más real que cualquier otro acontecimiento en mi vida. Eso incluye el día de mi boda y el nacimiento de mis dos hijos. 


 Lo que me pasó exige una explicación. 

 La física moderna nos dice que el universo es una unidad que es indivisible. Aunque parece que vivimos en un mundo de separación y diferencia, la física nos dice que debajo de la superficie, cada objeto y acontecimiento en el universo está completamente entretejido con todos los demás objetos y eventos. No hay verdadera separación. 


 Antes de mi experiencia de estas ideas eran abstracciones. Hoy son realidades. El universo no sólo está definido por la unidad, sino también, ahora lo sé, definido por el amor. El universo como lo experimenté en mi estado de coma es - he descubierto con sorpresa y alegría- el mismo sobre el cual tanto Einstein y Jesús habían hablado en sus (muy) diferentes maneras. 


 He pasado décadas como neurocirujano en algunas de las instituciones médicas más prestigiosas de nuestro país. Sé que muchos de mis compañeros se aferran, como yo en el pasado, a la teoría de que el cerebro, y en particular la corteza, genera la conciencia y de que vivimos en un universo desprovisto de cualquier tipo de emoción, y mucho menos del amor incondicional que ahora se que Dios y el universo tienen hacia nosotros. Pero esa creencia, esa teoría, ahora yace rota a nuestros pies. Lo que me pasó la destruyó, y tengo la intención de pasar el resto de mi vida investigando la verdadera naturaleza de la conciencia y difundiendo el hecho de que somos más, mucho más, que nuestro cerebro físico, lo más claro que pueda, tanto hacia mis colegas científicos como hacia la gente en general. 


 No espero que esto sea una tarea fácil, por las razones que he descrito anteriormente. Cuando el castillo de una vieja teoría científica comienza a mostrar líneas de falla, al principio nadie quiere prestar atención. En primer lugar, el antiguo castillo simplemente ha tomado mucho trabajo para ser construido, y si se cae, uno completamente nuevo tendrá que ser construido en su lugar.


 Esto lo aprendí de primera mano después de que estuve lo suficientemente bien como para volver a salir al mundo y hablar con otras personas -personas, es decir, que no sean mi sufrida esposa, Holley, y nuestros dos hijos-, acerca de lo que me había pasado. Las miradas de incredulidad cortés, especialmente entre mis amigos médicos, pronto me hicieron ver la gran tarea que tendría para que la gente comprendiera la enormidad de lo que había visto y experimentado esa semana mientras mi cerebro estaba apagado. 


 Uno de los pocos lugares en los que no tuve problemas para transmitir mi historia era un lugar que antes de mi experiencia había visto bastante poco: la iglesia. La primera vez que entré en una iglesia después de mi coma, veía todo con ojos nuevos. Los colores de los vitrales me recordaron la luminosa belleza de los paisajes que había visto en el mundo de arriba. Las notas bajas profundas del órgano me recordaron cómo los pensamientos y emociones en ese mundo son como olas que se mueven a través de ti. Y, lo más importante, una pintura de Jesús partiendo el pan con sus discípulos evocó el mensaje que permanece en el corazón mismo de mi viaje: que somos amados y aceptados incondicionalmente por un Dios aun más grande e insondablemente glorioso que el que me habían enseñado de niño en la escuela dominical. 


 Hoy en día muchos creen que las verdades espirituales vivas de la religión han perdido su poder, y que la ciencia, no la fe, es el camino a la verdad. Antes de mi experiencia tenía una fuerte sospecha de que ese era el caso para mí. 


 Pero ahora entiendo que esta opinión es demasiado simple. El hecho cierto es que la imagen materialista del cuerpo y el cerebro como los productores, en lugar de los vehículos, de la conciencia humana, está condenada. En su lugar, una nueva visión de la mente y el cuerpo va a surgir, y de hecho ya está emergiendo. Este punto de vista es científico y espiritual en igual medida y valorará lo que los más grandes científicos de la historia siempre se han valorado por sobre todo: la verdad. 


 Esta nueva imagen de la realidad tomará mucho tiempo en armarse. No va a estar terminada en mi tiempo, o incluso, sospecho, tampoco en el tiempo de mis hijos. De hecho, la realidad es demasiado vasta, demasiado compleja y demasiado irreductiblemente misteriosa para que una imagen de ella alguna vez llegue a estar absolutamente completa. Pero, en esencia, esta imagen mostrará al universo en evolución, multidimensional, y conocido en detalle hasta cada uno de sus últimos átomos por un Dios que nos cuida mucho más profunda y apasionadamente que cualquier padre que alguna vez haya amado a su hijo.


 Aún sigo siendo un doctor, y aún sigo siendo un hombre de ciencia, casi exactamente igual a como era antes de que tuviera mi experiencia. Pero en un nivel más profundo soy muy diferente a la persona que era antes, porque he podido vislumbrar esta imagen de la realidad que está surgiendo. Y puedes creerme cuando te digo que va a valer la pena cada pequeño paso de la labor que nos llevará, y a los que vienen después de nosotros, para llegar a comprenderla bien. 


Dr. Eben Alexander

The Daily Beast, 08 de Octubre 2012 

Fuente original: http://www.thedailybeast.com/newsweek/2012/10/07/proof-of-heaven-a-doctor-s-experience-with-the-afterlife.html 

Traducción: Sebastián Alberoni 

Publicado 8 hours ago por YHVH@

NOTA: Queridos Hermanos en la Luz, les hago caer en cuenta que en este mensaje hay cuatro párrafos que aparecen con letras en tamaño más grande que todo el texto... Eso me pasa con mucha frecuencia en mis blogs, que me resaltan párrafos, frases o palabras sobre las cuales quieren llamarnos la atención... Es un mensaje dentro de un mensaje para que lo analicemos, creo yo... Me encantaría que tuvieran acceso a mi blog para que se dieran cuenta de que todo el texto, de arriba a abajo está en el mismo tamaño de letra... Vale la pena que analicemos estos cuatro párrafos a ver como vibramos con el mensaje nos están enviando... Un fuerte abrazo desde mi corazón... Anshelina.

Re-Publicado por:ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
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POR: MARIA VICTORIA SIMONA (Comunicadora Entre Especies)... "LA NUEVA CONCIENCIA ENTRE ESPECIES Y LA VOZ DE LOS ANIMALES"...

Para cambiar nuestros paradigmas!!!
Por Mª Victoria Simona - I URBAN VEGAN FESTIVAL (Daganzo, Febrero 2011)


Buenas tardes, mi nombre es Mª Victoria Simona y vengo a hablaros sobre esta nueva conciencia entre especies. 

El punto de vista desde el que os vengo a hablar puede resultar un poco particular, cuando menos poco oído hasta el día de hoy en nuestro país. Es el punto de vista de los animales y demás especies que conviven con nosotros.

Para ello lo mejor será empezar contándoos en qué consiste mi profesión. Soy terapeuta de animales y personas por igual, pero la razón principal por la que estoy aquí hablando hoy es que soy una Comunicadora entre especies, esto es, me dedico a comunicar telepáticamente con individuos de distintas especies, normalmente uno de ellos es un humano… pero no siempre; y también me dedico a dar cursos para que cada vez más gente vaya aprendiendo a comunicarse con otras especies por si mismos, que es lo realmente bello.

Todas esas actividades las auno en un espacio llamado "ENTRESPECIES" dedicado al desarrollo del lenguaje común a todos los seres vivos, la Telepatía, la comprensión y el respeto así como la sanación entre las diferentes especies.

Vale… ¿y en qué consiste eso de la telepatía entre especies?

Bien, provenientes del griego antiguo el prefijo Tele tiene que ver con distancia, y patía, con sentimiento o sensación. 

La telepatía es por lo tanto la capacidad de sentir al otro a través de la distancia, sin importar kilómetros, condiciones geográficas, posibles muros o fronteras entre los individuos en cuestión… A través del canal telepático están unidos todos los seres vivos sobre la Tierra, incluida ella misma, por supuesto, que es un magnífico ser vivo, lleno de vida y consciencia, y tremendamente generoso.

La Telepatía no es un don especial vedado a unos pocos especialmente dotados o sensibles, ni mucho menos un super-poder de ciencia ficción, como aún hay quien cree por ahí. 

Se trata de una capacidad innata a todas las especies, incluido el ser humano, ¿por qué no? Al fin y al cabo somos uno más; esta es una de las características de la telepatía.

Se trata de una comprensión consciente e inconsciente al mismo tiempo del otro, de sus pensamientos, su estado de ánimo y de su experiencia, una comprensión tan profunda que uno llega a sentirse el otro.

Y llegados a este punto seguramente hay quien se esté preguntando: ¿cómo es que estoy tan segura de haber establecido dicho contacto y no estar viviendo una fantasía de mi propia creación? 

Esta es una pregunta estupenda y muy sana que surge cuando uno se plantea la posibilidad de la comunicación telepática y que conviene seguir haciéndose durante nuestros primeros pasos telepáticos, cuando decidimos recuperar esta capacidad y nos ponemos manos a la obra.

La respuesta es que la comunicación se confirma repetidamente por los resultados: los aprendizajes, los cambios de comportamiento como resultado de una comprensión mutua, la tranquilidad, una más estrecha colaboración…Porque como he comentado, la comunicación telepática no depende de la distancia. 

Depende de la sintonización, de saber con quién estas comunicando, de ser capaz de entender al otro como un igual, identificarte con él, con su individualidad, su espiritualidad, emociones, sentimientos, sus propios valores.

Cuando un ser humano y otro animal trabajan juntos en la comprensión mutua se apela a la nobleza y al respeto mutuo, así es como la armonía y la dignidad sustituyen al temor y su fruto más inmediato, la agresión. 

La conexión telepática nos hace sentir, nos hace vivir, la realidad de que somos uno más, uno con todo lo que está vivo a nuestro alrededor. 

Nos aleja de la idea de estar solos y aislados, como cada día más y más personas se sienten de forma continuada; nos saca de la idea de estar solos en el planeta como única especie inteligente porque comienzas a entender los valores del otro y a contar con ellos al tomar decisiones.

Mediante la expansión de la capacidad telepática se amplía nuestro concepto de vida, comenzamos a entender que hay mucha más vida a nuestro alrededor de la que nos habíamos permitido observar hasta ese momento.

A través de la telepatía se crea un vínculo totalmente distinto a las relaciones neuróticas que a menudo desarrollamos con individuos de otras especies, por ejemplo con nuestras mascotas, (y uso la palabra mascotas conscientemente, por sus implicaciones de propiedad y dependencia).

¿Que a qué me refiero? esto lo entendemos muy bien cuando vemos a alguien maltratando a su perro, por ejemplo. 

Es fácil ver que la rabia acumulada por esa persona no era principalmente por que el perro hizo lo que no debía, porque pisó las flores del jardín que acaba de plantar, o porque se hizo adulto, o algo así. 

Es fácil entender que eso fue solo la chispa que encendió el polvorín y que fueron sus circunstancias de vida, sus propias frustraciones acumuladas las que crearon toda esa rabia, y que probablemente la pagó con el perro porque lo siente cercano, se identifica con él, proyecta sobre él su rabia y le hace lo que en realidad quiere hacerse a si mismo.

Proyectamos sobre nuestros animales nuestros apegos, anhelos, ansiedades, y ellos, por amor a nosotros intentan satisfacer estas expectativas.

En un caso parecido de maltrato en el que tuve la ocasión de contactar con el perro Maltratado, éste me decía: “él me necesita, es la única manera en la que se permite expresar ese sentimiento. 

Mientras me pega él se libera y se alinea con quien vino a ser. Tal vez un día pegándome vea que es momento de dar un paso más y dejar de hacer lo que tanta rabia le causa y comenzar a hacer lo que realmente le hace felíz. Me necesita.”

Y hay otros casos, puede que no tan llamativos, pero igualmente neuróticos e insanos, tanto para el animal como para el humano. 

Nuestro compañero animal siempre querrá echar una mano como sea, estando a la altura…

Hace poco unos amigos aumentaron su familia con un perrito, precioso, simpático y listo. Un perro de raza con un gran pedigrí también, mis amigos fantaseaban con llevarlo a campeonatos de belleza, estaban seguros de que romperían la pana juntos. 

Sin embargo una semana antes de los campeonatos el perrito siempre enfermaba. Me llamaron para una consulta para preguntar al animal a qué se debía su malestar, resultó que el perrito se ponía enfermo de ansiedad sólo de pensar en las competiciones, no era nada competitivo, y la idea de no estar ala altura le enfermaba. Cambiaron mis amigos sus expectativas y el perrito no volvió a tener recaídas.

El afán de nuestros compañeros animales por ayudar, su deseo de asistirnos sea como sea, incluso a costa de su salud, es lo más parecido que conozco al amor incondicional.

Pero no solo establecemos este tipo de relaciones con nuestras mascotas, también proyectamos nuestras neurosis sobre animales que no lo son y ya de por sí denominamos “salvajes” (¿no hacían eso mismo los romanos en su día cuando todo aquello del Imperio? Ellos también llamaban “salvajes” a quienes vivían fuera de sus fronteras, les costaba identificarlos como seres de su misma especies, incapaces de desarrollar una “cultura” según sus valores). Permitirme que los llame libres, sólo por hoy.

En mis cursos de telepatía suelo hacer una dinámica a través de la cual los alumnos contactan cada uno con un animal que les elige a ellos, a menudo son animales libres, alguno que ni siquiera ha tenido mucho contacto con el hombre en sus vidas. 

El cambio de las personas en sus opiniones y sentimientos sobre el animal con el que hacen el trabajo es inmediato y a menudo esclarecedor para todo el grupo de cuán infundadas suelen estar nuestras ideas preconcebidas sobre estos animales y los miedos que en ellas se basan.

Una vez caminando por el campo decidí hacer una práctica que me había contado un amigo mío mejicano, que suelen hacer los indios huicholes. 

Ellos caminan descalzos por el desierto de Sonora incluso en luna nueva. No se preocupan de los cactus, ni de los alacranes, ni las serpientes… consideran que nada puede pasarles teniendo, como tienen, porque se lo trabajan, el corazón limpito.

Total, comencé a caminar campo a través, no descalza, (era invierno en Calatayud) pero sí sin mirar al suelo, confiando, y/o poniendo a prueba el nivel de limpieza de mi corazón. 

Al cuarto paso, no sé bien si por miedo o por inercia miré al suelo según iba a apoyar el pie, ¡y menos mal!, la serpiente más grande que he visto yo suelta por España estaba justo en el lugar hacia el que se dirigía mi bota. 

Evité pisarla por los pelos y aún con el susto en el cuerpo me salió del alma pedirle perdón, no telepáticamente, a viva voz “Ay, perdona!”. 

La serpiente, completamente en guardia, claro, primero por la amenaza de pisada, pero luego porque se trataba de un humano asustado, y eso es sin duda una pedazo de amenaza suelta en la naturaleza, quedó atónita al recibir mi solicitud de perdón, se recuperó con la rapidez de las serpientes, supervivientes natas, y ya relajada se quedó escrutándome con una pregunta que ya me había hecho algún otro animal salvaje antes “¿quien eres tú?”

Tal vez os ayude a entender la trascendencia de ese momento la definición de respeto que un amigo animal me dio una vez. 

Me comentó que los animales entienden el respeto como una amable mezcla entre tolerancia e interés. Y una amable mezcla entre tolerancia e interés, eso es lo que sentí que la serpiente me enviaba en su pregunta “¿quién eres tú?” Es una buena pregunta, ¿verdad?, desde hace un tiempo procuro hacérmela siempre que tengo un rato.

El caso es que eso es lo que nos encontramos los seres humanos cuando nos decidimos a abrirnos a la comunicación y comprensión por las demás especies, interés y respeto, a menudo también, tanta tolerancia que nos confunde y pensamos que es que no se enteran, “no se han enterado, por eso no hay rencor”… pero se enteran, sí se enteran. 

Es sólo que… hay tanto amor ahí fuera… (fuera de nuestra burbuja). A pesar de los miles de años ignorándoles, utilizándoles como objetos de consumo, considerándonos únicos y especiales cuando lo único que pasa es que hemos decidido no escuchar, en el momento en que nos abrimos a ellos, ahí están, ni rencores ni venganzas, solo interés y tolerancia.

No sé cuántos de aquí han estado cerca de un delfín alguna vez… es una verdadera maravilla, esos animales respiran amor y solo estar cerca de ellos te abre el corazón irremediablemente. A todo el mundo le gustan los delfines… ¿alguna vez os habéis preguntado por qué?… esos animales tienen tanto amor propio, tanto amor a sí mismos, que lo irradian a todo lo que les rodea.

Según vas reconectándote a través de la telepatía con la naturaleza, vas recuperando el amor por ti mismo y por los que te rodean, me refiero a Amor de verdad, del que es eterno e incondicional, no del neurótico que todos conocemos y con el que hacemos canciones desesperadas o tiramos fuegos artificiales según venga el aire.

La relación con los animales que se desarrolla a través de la telepatía es inmensamente distinta a la desesperada condición de dependencia que establecen muchos humanos con sus mascotas, y vamos a aprovechar este momento para decir que los animales prefieren ser llamados amigo animal o compañero animal y evitar las connotaciones de propiedad y dependencia del término mascota. 

Sólo con este cambio nosotros proyectamos sentimientos más sanos y sobre la relación y es para ellos más fácil encontrar su sitio sin verse envueltos en los desequilibrios de sus compañeros humanos debido a la dependencia y a su profundo deseo de servir y ayudar a éstos.

El animal puede ponerse enfermo cuando trata de curar, limpiar o proyectar las emociones no digeridas de su compañero humano. 

La falta del suficiente contacto con la naturaleza, de dietas sanas o suficiente ejercicio no les ayuda en el proceso y terminan por sufrir las mismas enfermedades que sus dueños o, a menudo, sufriendo las enfermedades en vez de sus dueños.

Recuerdo una vez en que llamó a mi consulta una mujer para que hablara y tratara a su gato, enfermo del hígado de la noche a la mañana, estaba siguiendo cuidados veterinarios pero quería preguntarle al gato si sabía de donde venía su dolencia y si había algo más, que él supiera, que ella pudiera hacer. 

Al hablar con aquel gatito, él lo tenía muy claro, su hígado estaba procesando la sobrecarga de ira acumulada por su dueña durante la última semana, pues hacía solo unos días que había sido despedida sin motivo ni aviso previo de la empresa donde llevaba trabajando toda la vida.

Al oír la versión de su gato la mujer, que llevaba desde entonces paralizada por las emociones, negándose la ira, y sin ser capaz de avanzar, reaccionó. 

Hizo por su gato lo que no pudo en un principio hacer por ella misma, afrontó y encauzó su ira hasta digerir la experiencia como un valioso aprendizaje de vida y el gato se recuperó al mismo ritmo en que ella fue avanzando en su proceso.

Aprender a manejar nuestras emociones aceptándolas y trasmutándolas, permitiendo que se conviertan en energía de aprendizaje no es sólo algo que nos ayude a nosotros mismos, todo está conectado, es una manera de ayudar al mundo, desde luego, de ayudar a nuestros animales. 

La naturaleza no está ahí para servirnos, pero nuestra sordera ha propiciado nuestra ceguera, pensamos que si están ahí es porque nos lo hemos ganado. 

¿Cómo? pregunto yo. Lo cierto es que la idea de la Naturaleza era justamente la contraria, que los seres humanos pudieran estar ahí y echar un cable a los demás seres vivos, uniendo los diferentes reinos y ayudando (que no manipulándolos).

Se diría que nos hemos perdido y hemos estando avanzando en dirección equivocada, pero los animales celebran que, al menos ahora, nos estamos dando cuenta. 

Y eso amigos es lo que hemos venido a celebrar hoy aquí, ¿no es así? Lo empezamos a sentir donde comienzan todas las sensaciones, en el estómago, a través de su conexión directa con el corazón, esta es la dirección, y nos estamos poniendo manos a la obra.

Porque aquí, hoy, ESTAMOS MANOS A LA OBRA. Estamos dándonos cuenta, aprendiendo, y disfrutando con ello.

Como un amigo animal me dijo una vez, “la especie humana está floreciendo, sus corazones se están, por fin, abriendo a la vida. Este es un cambio largamente esperado por todos los seres vivos en todo el Universo.”

A menudo, al final de mis cursos los animales que nos ayudan me piden que les diga a mis alumnos de su parte, que son unos valientes, valientes capaces de volver a mirar para entender ¿recordáis la definición animal sobre el respeto?, la capacidad de volver a mirar con una amable mezcla entre interés y tolerancia.

Mi perro Gastby me dijo una vez, “Si quieres conocer a algo o a alguien respétalo y deja que ese respeto vaya convirtiéndose en conocimiento.”

Los animales, en general, me han pedido que diga algo aquí hoy, para todos vosotros.

Ellos querían estar presentes, están felices por una iniciativa como ésta y esperanzados por toda esta gente reunida celebrando unos valores que abren paso a una nueva conciencia entre todas las especies del planeta, una conciencia en la que todas las especies participan, sin miedo a ser explotadas, ni siquiera utilizadas, sino colaborando entre ellas. 

Una celebración de gente dispuesta a cambiarse a sí mismos para hacer más espacio al Amor en sus vidas.

Estamos viviendo momentos turbulentos, en la especie humana se dan hoy en día muchas distintas conciencias creando juntas. 

Y los temas que nos ocupan hoy aquí todos los estamos aún aprendiendo a integrar en las diferentes facetas de nuestra vida.

Igual que ocurre con las diferentes especies sobre la Tierra, cada uno de nosotros hemos llegado hasta aquí por caminos distintos, cada uno ha hecho sus elecciones de vida desde sus propios criterios, no necesariamente los mismos para cada uno de nosotros aunque nos hayan reunido finalmente en un mismo lugar. 

Aunque sí creo que todos los que estamos aquí sabemos por nuestras propias experiencias de vida lo importante que es saber respetar los valores y formas de vida de los que te rodean, todos lo deseamos para nosotros y eso nos capacita para saber hacerlo con los demás.

Incluso en momentos turbulentos como éstos, unos valores de vida basados en el Amor no pueden imponerse a nadie, eso lo sabemos, pero si pueden compartirse; y en eso estamos aquí hoy, compartiéndolos y celebrándolos, creando nuevos espacios para que esto suceda.

María Victoria Simona- (Comunicadora entre especies)


http://despertando.me/2013/01/28/buenas-nuevas-20130128-la-nueva-conciencia-entre-especies-y-la-voz-de-los-animalespara-cambiar-nuestros-paradigmas/

Written By / Escrito Por: Gabriela2011|enero 28, 2013 |

Re-Publicado por:ANSHELINA, la Luz que llama a despertar
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